miércoles, 30 de junio de 2010

Me cayó el veinte.

¿De donde proviene la curiosa expresión "Ya me cayó el veinte"?

Resulta que hasta entrada la década de los setentas, los teléfonos públicos funcionaban con monedas de a veinte centavos, al hechar la moneda al teléfono, esta primero caía en un depósito; sí la llamada no era contestada la moneda caída a una ranura donde podías retirarla, por el otro lado si la llamada era contestada la moneda caía a otro depósito, haciendo más ruido que el primero y se decía que había "caído el veinte", sin más, la mente colectiva de los mexicanos usa la frase para referirse que alguien ha entendido algún concepto o a caído en cuenta de algo.

Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)

Georg Christoph Lichtenberg no es un nombre que ha much@s les suene, fue un científico alemán que fue de los primeros en montar experimentos con aparatos en sus lecturas, a las que incluso Gauss asistía y el mismísimo Volta llegó a ir a Göttingen solo para ver a Lichtenberg y a sus experimentos.

En 1977, construyó un generador/capacitor para generar altas descargas eléctricas, las cuales "disparaba" contra polvo que descansaba sobre algún material aislante y formaba unas figuras ramificadas que hoy en día se conocen como figuras de Lichtenberg, para guardar dichas figuras Lichtenberg ponía sobre ellas algún trozo de papel y el polvo quedaba adherido, descubriendo con ello el principio sobre el cual funcionan las fotocopiadoras de hoy en día.

Photobucket
Esto es una imagen 2D de una figura de Lichtenberg en 3D

Sin embargo, es más conocido por otra de sus aportaciones a la humanidad, los llamados "Waste Books" los cuales contienen pensamientos de Lichtenberg desde que empezó a escribirlos en sus época de estudiante hasta su muerte, estos libros influenciaron en la obra de pensadores como Kant, Tolstoi, Freud, Wittgenstein y Nietzsche; Schopenhauer llegó a decir de Lichtenberg que era de los pocos pensadores originales por ellos mismos.*

Para no dejarlos sin más, les pondré unas frases de sus Waste Books:

Lo que llaman "corazón" descansa más abajo del cuarto botón de la camisa.

Es una pena que tomar agua no sea pecado, gritó un italiano, pues seria una delicia.

Es imposible llevar la antorcha de la sabiduría a través de una turba de gente sin quemar la barba de alguien.

En la mayoría de los hombres, el no creer en algo generalmente viene por la ciega aceptación de otra creencia.

También era jorobado y realmente bajo para los estándares del siglo 18, por otro lado, hay un cráter en la luna el cual lleva su nombre.

*Fui feliz al leer eso, al menos no soy el único que piensa que uno debe pensar por sí mismo y no atiborrarse -enteramente- de libros y escritos de otros autores para citarlos a cada rato y hacerse el interesante una tarde en algún café de la ciudad.