Frakin transit of Venus, por él me ha ido no tan bien en la escuela los dos últimos semestres.
Es un fenómeno muy curioso, en primer lugar, tiene un ciclo de 243 años con tránsitos separados por ocho años y ocurren en pares separados por otros 121.5 y 105.5 años, curiosamente solo se han observado seis a partir de 1639, porque pues a saber quien rayos se lanza a ver el sol por aquellos tiempos sin protección adecuada. Como dato curioso, el tránsito de 1639 solo fue observados por dos personas ¡dos! los otros tránsitos han ocurrido en 1761 y 1769, 1874 y 1882 y ahora 2004 y el de la próxima semana.
En segundo lugar, y a mi parecer la más importante, la empresa humana que se aventuró para observar dicho fenómeno para obtener datos sobre la paralaje, hubo quienes llegaron a perder todo lo que tenían, ¿Porqué tanto interés? resulta que en estos datos estaba la clave de uno de los enigmas más importantes de la época, el tamaño de nuestro sistema solar. Curiosamente hoy en día, se observará sobre todo para saber como mejorar nuestras técnicas de detección de exoplanetas.
Fue el tránsito de Venus de 1761 el responsable de lo que fue la primera colaboración internacional a gran escala, expediciones de Bretaña, Francia, Austria viajaron alrededor del globo para obtener estos datos, curiosa es la historia de Guillaume Le Gentil, quien sufrió una serie de desventuras que dieron luz incluso a una obra de teatro, les recomiendo que lean el enlace, para que sepan sus desventuras.
Para México tiene especial importancia el tránsito de 1769, donde una comisión franco-española (los españoles no iban a dejar a unos franceses andar solos por una colonia española) viajó a la Baja California a observar dicho fenómeno, que cabe decir, de los seis integrantes solo dos regresaron a Francia. Otro personaje que observó el tránsito desde la península fue Joaquín Vélazquez de León, que con los datos recolectados corrigió la posición de la Nueva España y de la península con respecto a los mapas de aquel entonces, que se hallaban equivocados por unos 550 kilómetros.
El otro tránsito importante es el de 1874, cuando se realizó el primer viaje internacional por científicos mexicanos, encabezada por Francisco Díaz Covarrubias (quien merece un post aparte por ser uno de los padres de la ingeniería en México), fue el presidente Lerdo de Tejada quien ordenó que se realizara este viaje en pro de la ciencia, pero personalmente creo que este viaje se debió más a cuestiones diplomáticas que a un verdadero interés científico.
Este viaje produjo dos libros importantes, uno de Covarrubias sobre los detalles técnicos del tránsito titulado Viaje de la comisión astronómica al japón y otro de Francisco Bulnes, llamado once mil leguas sobre el hemisferio norte*, donde detalla las aventuras de la comisión mexicana con cierto humor.
¿Cómo observarlo?
- Puedes comprar lentes para eclipses, asegurate de consultar si habrá algún evento organizado por tu sociedad astronómica más cercana, probablemente los vendan ahí.
- Con lentes de soldar grado 14
- Telescopios h-alfa
- Telescopios con filtros solares de buena calidad.
- Usar métodos indirectos [click aquí]
QUE NO USAR PARA VER EL TRÁNSITO
- Lentes oscuros
- Discos compactos
- Ver el sol directamente (hay cada cristiano...)
- Radiografías
- Vidrio ahumado
- Película fotográfica (no importa si esta o no velada)
Es una lástima no haber ahondado en la historia de este fenómeno, pero en dos días vuelo a Baja California para observar el tránsito, el mismo Humboldt llegó a decir que el mejor cielo que sus ojos habían visto estaban en esa península con forma de brazo :) a ver como nos va.
¡Saludos!
*Lamentablemente solo existen dos copias de este libro, uno en el fondo reservado de la biblioteca nacional, el cual intenté leer en sala pero me fue negado por no tener algún título universitario :( y otra en posesión de un maestro de Ciudad Juárez. La ya desaparecida editorial Grijalbo lanzó un compendio de dos obras de Bulnes, El porvenir de las naciones y once mil leguas sobre el hemisferio norte, pero este último viene muy condensado, aún así, si lo encuentra, se recomienda tener una mente abierta, Bulnes no es un escritor que perdone.